martes, 22 de septiembre de 2009

La "cabrona" detrás de la sutileza

Escuchando ciertas historias, he visto como a las mujeres buenas y con buenas intenciones les salen solo hombres de los cuales es mejor no hacer comentarios. Y bueno, sucede que a veces esas buenas mujeres se fijan en el equivocado, y cuando se dan cuenta adquirieron un piojo casi de por vida.

Pero el gran dilema es como quitarse ese piojo, moco, pega, etc. de la vida. Hay casos en los que pasan años o meses sin que el susodicho aparezca sobre el camino, entonces mis bellas amigas, y en otros momentos también yo, tenemos una paz inmensa porque no hay nadie que nos esté molestando.

Lo peor es cuando después de un tiempo el tipo aparece de nuevo con intenciones no muy claras en algunos casos, en otros muy directas. Pero me enfocaré en las no tan claras, siento que no hay nada peor que cuando un personaje del pasado aparece haciendose pasar el gran amigo dando señales de solo amistad, y la dama se la cree entonces decide volver a hablarle. Ja pero ahi está el detalle, dentro de ese hablar la damita se da cuenta que el tipejo no viene con intenciones amistosas, porque después de hablar un buen rato (de frente, llamada, msj o msn) el joven le saca a la joven todo su repertorio amoroso en los mejores casos, proque hay aquellos en los que el repertorio tiene muchos tintes sexuales.

Entonces, cuando la chica anda con las pilas bien puestas ve como la luz del semáforo cambia a un rojo intermitente. Es en ese momento, que las historias de muchas mujeres conocidas tienen un punto en común, sacar lo más cabronas que tienen en el fondo para ver si logran espantar el tipo.

Por ahí unas utilizan quitoso, otras baygon, en la cantidad se encuentra la variedad de métodos. Pero después de conocer varios de los métodos, llegué a la conclusión que el típico "vayase a la mierda" a veces no funciona, otras veces tampoco funciona tratarlos como un perro ni ignorar al sujeto en cuestión.

Pero después de mucho tiempo e hsitorias, me di cuenta que la mejor arma es esconder a la cabrona en la sutileza. Y no se trata de tratar al chavalo solo con palabras sútiles. Pero la historia que mas me convenció fue una en la que la compa le siguió la corriente al compa durante un rato, (aclaro que el masculino en cuestión tenía otra relación, ella no) insinuándole cierto interés pero a la vez sacando a relucir a la otra nena en cuestión, y como vio que no funcionaba le dio al compa por donde más le dolía...su ego, y aprovechándose que el cuento del mop tenía vistas sexosas, que mejor que darle en el ego sexual.

Y así fue, un simple mensaje poniendo en entredicho la capacidad sexual y creativa del sujeto con la otra nena, fue el baygon, quitoso u otro arma utilizable para que el tipito desapareciera como por arte de magia. Obviamente nenas, el ego del hombre hay que cuestionarlo con sutileza porque directamente a veces como que no funciona.

Eso si, no hay porque tratarlos a todos por igual. Pero a los más necios y cero rescatables es mejor darles su cucharadita de cabronas a la sutileza.

1 comentario:

Nix Galith dijo...

ah esos mendigos parasitos... como cuesta quitarselos de encima.
Me has recordado a alguien ;D

saludos!