Encrucijada

A veces las cosas no van como deseamos...pero a punta de que muchas veces me dijeran tenga paciencia, tenga paciencia...aprendí a tener paciencia aunque no quisiera. En el momento que veo que mi paciencia obligada me empieza a rendir frutos, el panorama se aclara y las fichas empiezan a ponerse a mi favor...tan tan tan...Se me abre otra puerta...muy tentadora.

Si bien la nueva puerta no es nada seguro, está y llega en un momento que mi nivel de motivación laboral estaba bastante alto por una nueva oportunidad en algo que me encanta (en mi charco). Pero esa nueva puerta me ofrece un charco con más posibilidades, pero sé que sin la seguridad que me da la estabilidad de mi charco actual...

Mañana iré a conocer esa otra puerta...y dependiendo como esté auguro un fin de semana de una pura encrucijada...

Buscando mi charco

De qué sirve aprender a nadar sino tienes dónde hacerlo...

Y eso es lo que me preguntó hoy en día, luego de años de estudio y a la mitad de mi tesis, de qué sirvieron tantas clases sino puedo ejercer mi carrera. Si bien tengo un trabajo, no se acerca pero ni un pelo a lo que siempre soñe...ni siquiera hago nada que tenga que ver con mi profesión.

Y si bien me dicen que es cuestión de paciencia para conseguir una plaza donde me sienta bien, mi paciencia tiene un límite...y ya después de seis meses y muchas promesas quiero buscar ese charco en el que pueda nadar con lo que tengo.

Quizás sea frustración o desesperación, pero en vez de avanzar siento que voy en retroceso, y sin menospreciar ni ser orgullosa yo sé que puedo aspirar a más...en mi charco.

No entiendo qué será...sé que todo tiene un propósito, pero todavía no entiendo el por qué estoy en este charco que me queda pequeño, y no en el charco que me gustaría nadar...

Volví

Y luego de mucho tiempo, me di cuenta que algo me faltaba...y era dejar partes de mi regadas por acá...