sábado, 29 de noviembre de 2008

Despedidas sin adiós...

Inspirado en la historia de alguien cercano...

Era algo inevitable, ambos sabían que iba a llegar ese día, no había una fecha exacta pero ciertos acontecimientos marcaban la época de la última mirada, el último roce, el último beso.

Atrás quedaron los recuerdos y los lugares que fueron testigos, y a la vez cómplices, de esos encuentros fortuitos y clandestinos, de esas ganas de encontrarse el uno al otro, de su deseo, de esas miradas que hablan por sí solas que solo ellos entienden, de las sospechas de los demás, de esos besos fugaces y caricias apasionadas.

Al final llegó el día, y aunque ambos sabían o sospechaban que era el último día en que se iban a ver, no sé, pero al parecer los dos intentaron pasarlo por alto o lo olvidaron por completo, sin darse cuenta que ese inocente beso significó un hola pero a la vez un adiós, adiós que resuena en el silencio porque sus labios nunca lo mencionaron.

Tal vez el destino los vuelva a encontrar en el camino, pero ese reencuentro no sería la continuación de la historia que terminó sin un adiós, sería una nueva historia en la que los besos y las caricias darán paso a los saludos cordiales, y lo que fue sólo quedará grabado en los recuerdos...

1 comentario:

Kriss dijo...

:'( dem bueno!! Aunq a veces es mejor evitar las despedidas es como dar paso a un reencuentro... si algo quedó pendiente ahí entonces llegara la oportunidad de cerrar ese ciclo